La coalición se beneficia del desplome socialista – El tirón de Ribó en Valencia impulsa a los valencianistas de izquierda a su mejor resultado de la historia
JAIME PRATS – Valencia – El País 24/05/2011 
El espectacular resultado de Compromís en las elecciones autonómicas del domingo (175.087 votos, seis diputados y el 7% de las papeletas) se explica en buena medida por el hundimiento que ha sufrido el PSPV-PSOE y la fuga de votos de simpatizantes socialistas hacia la coalición valencianista de izquierdas. Hay que remontarse a 2003 para tener una referencia del apoyo recibido en unas elecciones autonómicas por el Bloc Nacionalista sin aliarse con EU. Entonces, Pere Mayor se quedó a las puertas de entrar en las Cortes con 114.122 votos (4,8%). El domingo, con el valor añadido que aportan Iniciativa del Poble Valencià y Els Verds, se ha rebasado aquella cifra en 60.000 votos.
Sin embargo, no sería justo atribuir el mérito de los resultados de ayer únicamente al vendaval anti Zapatero que ha barrido toda España por los estragos de la crisis. O al descuido por parte del PSPV de su flanco más a la izquierda, valencianista y ecologista. O incluso al Movimiento 15-M, al que los socialistas atribuyen parte de su fracaso. El éxito de la coalición es también fruto de la acertada estrategia de Compromís.
 Compromís también ha tenido la habilidad de explotar la imagen de Mònica Oltra (Iniciativa) y ponerla al nivel de su número uno, Enric Morera (Bloc). Y de saber construir una marca propia, a pesar de ser la suma de distintos partidos. No solo con carteles, pasquines y el resto de mercadotecnia política convencional, sino mediante Internet. Las redes sociales, combinadas con las formas desenfadadas y combativas de Oltra, han dado sus frutos, especialmente en el voto joven (había 85.000 nuevos electores). Un ejemplo: 120.000 personas han visto en YouTube el debate electoral en el que lució una camiseta denunciando la manipulación de Canal 9, mientras apenas 60.000 personas siguieron la emisión convencional.
Compromís también ha tenido la habilidad de explotar la imagen de Mònica Oltra (Iniciativa) y ponerla al nivel de su número uno, Enric Morera (Bloc). Y de saber construir una marca propia, a pesar de ser la suma de distintos partidos. No solo con carteles, pasquines y el resto de mercadotecnia política convencional, sino mediante Internet. Las redes sociales, combinadas con las formas desenfadadas y combativas de Oltra, han dado sus frutos, especialmente en el voto joven (había 85.000 nuevos electores). Un ejemplo: 120.000 personas han visto en YouTube el debate electoral en el que lució una camiseta denunciando la manipulación de Canal 9, mientras apenas 60.000 personas siguieron la emisión convencional.